INTERVENCIÓN EN CASOS MEDIÁTICOS

Reflexiones

La selección de personal es una habilidad innata en el ser humano que ejercemos desde  niños.

Siempre a merced de la mente los recuerdos invaden la vida, rememoramos ciertas escenas de nuestra infancia viendo a los niños. Los que mejor jugaban y que por tanto, elegían  equipo, el dueño del balón que decidía a quien no dejaba jugar, o  el que prestaba la bicicleta a unos sí y a otros no. En éstos y en otros muchos casos, los niños que estaban por encima, ejercían lo que llamamos hoy en día “liderazgo”, pero a tan temprana edad no había madurez para ejercerlo, produciéndose un sometimiento al capricho infantil, en la edad adulta lo llamamos arbitrio.

Ya en la adolescencia, padres y profesores insisten en que hay que saber elegir bien las compañías, incluso se justifican las malas notas cuando se dice aquello de “vas con muy malas compañías”. De hecho, aquellos que fueron válidos en algún momento para ir con nosotros ya no lo son.

En la edad adulta descubrimos que nuestro poder de elección tiene aplicaciones en ámbitos más serios. En la actualidad, la mayoría de empresas dedican sus recursos a la selección de personal para encontrar los mejores candidatos


DESARROLLO INDIVIDUAL

Lo expuesto hasta ahora,  es lo que podríamos calificar como el desarrollo normal de un individuo actual. Pero el largo recorrido hasta nuestros días ha supuesto una extraordinaria evolución del ser humano como especie.

Sin embargo, el hombre no ha hecho este camino solo, hay elementos elaborados por él como la escritura que lejos de desaparecer ha evolucionado con nosotros y por tanto, continúa siendo testigo de la historia, así como de nuestra manera de pensar o de hacer.

El ser humano es historia, del mismo modo, que la historia hace mella en el futuro del ser humano






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